El Gobierno de Bolivia descartó persecución política. A la exmandataria se le acusa de terrorismo, sedición y conspiración. Dos de sus exministros también fueron capturados.
He sido citada en la fiscalía con amenaza de que me detengan. Es un caso sin fundamento y al salir en plena campaña, es una persecución politíca. A pesar de este ataque, mi prioridad sigue siendo el Beni. Aquí estoy y aquí estaré. pic.twitter.com/LV4EUErdTD
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) February 22, 2021
El MAS ha decidido abusar y perseguirme por razones políticas. Hoy nuevamente me llamaron a que declare en un juicio manipulado.
Le garantizo al Beni que no me rindo, mi prioridad es el empleo y la salud de los benianos. Voy a seguir en la lucha por el Beni y por los benianos. pic.twitter.com/AcTi1ohIp2
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) February 26, 2021
Las órdenes alcanzan también a miembros de su Gabinete de Ministros y a la cúpula de las Fuerzas Armadas de entonces. Las detenciones se han acelerado tras la petición de un fiscal, que cargó contra todos los jefes del Ejército y policiales que pidieron públicamente la renuncia de Morales. Las autoridades sospechan que parte de los buscados se encuentran ya fuera del país. “La persecución política ha comenzado. El MAS (Movimiento al Socialismo, en el Gobierno) ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones”, escribió Áñez el viernes en su cuenta en Twitter.
La persecución política ha comenzado. El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones.
Pueden descarga la denuncia con la que pretenden perseguirnos: https://t.co/eVQKCMtcui
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) March 12, 2021
El día que la cúpula militar forzó la salida de Morales en una conferencia de prensa quedó registrado en vídeo. Allí el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, “sugirió” al presidente “que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”. El militar justificó que tomaban esa posición por la “escalada del conflicto” que atravesaba el país frente a las protestas por el supuesto fraude en las elecciones presidenciales de octubre.
Jeanine Áñez es acusada de delitos de sedición, terrorismo y de ordenar al Ejército la comisión de las masacres de Senkata y Sacaba, que dejaron un saldo de 36 muertos tras el golpe.
Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolvianos.
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) March 13, 2021
Kaliman es ahora buscado por presuntos actos de “terrorismo, sedición y conspiración”. También se busca al general Sergio Orellana que, como sucesor de Kaliman, ocupó el mando de las Fuerzas Armadas cuando la senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina del país. Orellana debe responder además por la muerte de 30 personas en unas protestas contra la mandataria interina que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Por este último caso, un comandante militar y uno policial se encuentran bajo detención domiciliaria. Según las investigaciones de la Policía, el excomandante Orellana abandonó el país a fines del año pasado y ahora vive en Colombia.
Quiero felicitar el gran trabajo de nuestro Comando General de la #PolicíaBoliviana, de la Dirección Nacional de Inteligencia #DNI y de la #FELCN en esta gran e histórica tarea de dar justicia al pueblo boliviano.
— Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio (@EDelCastilloDC) March 13, 2021
El exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Flavio Arce, fue el único que se presentó voluntariamente ante las autoridades y fue arrestado de inmediato. Está a la espera de acceder a la detención domiciliaria, como lo han hecho los otros altos cargos militares procesados en el pasado. Otro de los buscados es el excomandante Yuri Calderón, que en noviembre de 2019 se declaró en rebeldía contra el Gobierno de Morales. La Policía allanó sin éxito dos domicilios para dar con el excomandante. Si está fuera del país, no lo ha hecho legalmente, según los registros.
Las órdenes de detención alcanzaron también al sector político. Rodrigo Guzmán, exministro de Energías de Áñez, fue arrestado pese a que hasta ahora no estaba en la lista de acusados. Su familia denunció un “secuestro estatal”. También fue detenido el exministro de Justicia, Álvaro Coímbra. La orden de detención incluye al exministro de Gobierno Arturo Murillo; el de Presidencia, Yerko Núñez, y el de Defensa, Fernando López. El arresto de los exministros sorprendió a la opinión pública boliviana, ya que el proceso se había concentrado hasta ahora en juzgar los momentos previos a la renuncia de Evo Morales y sus causas.
La oposición democrática del país denuncia como un acto dictatorial e intolerable la intención de detener a Jeanine Añez, que está protegida por la Constitución. Que Arce aprenda de la experiencia del jefe de su partido: la Constitución se respeta sí o sí.
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) March 12, 2021
Una de las aristas relevantes de este caso es la naturaleza de los delitos que se les atribuye a los detenidos. Sedición y terrorismo conllevan en Bolivia penas de entre cinco y 20 años de prisión, respectivamente. La Fiscalía se suma así a la tesis del oficialismo, que denuncia que los acontecimientos de 2019 fueron un “golpe de Estado”. La oposición ha defendido, sin embargo, que aquellos sucesos fueron tan explosivos que terminaron por arrastrar a las instituciones del orden a participar en un “levantamiento popular” contra la reelección de Morales.