El dominicano Cándido Ortiz, sonríe a las cámaras, frente a su restaurante este martes en Jersey City.
 

JERSEY CITY, NUEVA JERSEY (AP).- Cándido Ortiz sonreía de oreja a oreja frente a su nuevo restaurante, debajo de un toldo amarillo y rojo que pone un poco de color en una cuadra opaca, entre un negocio de tatuajes y una licorería con vidrios a prueba de balas.

Después de pasar 26 años en la cárcel, Ortiz logró enderezar su vida. Fue detenido a fines de la década de 1980 por vender drogas y sentenciado a más de 49 años de cárcel. Pero el año pasado el presidente Barack Obama le perdonó la pena, junto con las de otros reos con largas condenas por cometer delitos relacionados con las drogas en los que no hubo violencia involucrada.

El martes 19 de diciembre, Ortiz, quien supo desempeñarse como chef en la cárcel, abrió con gran fanfarria, incluida la presencia de varios periodistas y la senadora estatal Sandra Cunnigham, El Sabor del Café, un restaurante con el que espera escribir un nuevo capítulo de su vida como hombre libre.

“Nunca fui una mala persona”, aseguró Ortiz. “Quería ganar algún dinero y tomé el camino equivocado. La sociedad me castigó, pero no guardo rencor por lo sucedido, estuve preso por hacer algo malo. Ahora soy una persona distinta, he cambiado”.

Ortiz recibió una carta de Obama esta semana en la que el ex mandatario lo felicita por “usar tus extraordinarios talentos para hacer un aporte a tu comunidad”.

Después de ser excarcelado, Ortiz recibió gran guía de la New Jersey Reentry Corporation, una agrupación dirigida por el ex gobernador del estado Jim McGreevey que ayuda a los reos liberados a reinsertarse en la sociedad, ya sea lidiando con sus adicciones, capacitándolos en algún oficio o facilitando su acceso a atención médica y a una vivienda.

Ortiz, de 56 años, estuvo a la cabeza de las cocinas de varias cárceles federales y está acostumbrado a supervisar las comidas de miles de reos. Después de ser excarcelado, consiguió enseguida un trabajo preparando comidas rápidas en Jersey City. La Reentry Corporation lo ayudó a conseguir préstamos y otras asistencias por un total de 25,000 dólares para abrir su propio restaurante.