En Sánchez Ramírez, provincia de República Dominicana, los campesinos enfrentan un conflicto con Barrick Gold. Para los residentes, la minería no solo representa una amenaza ambiental, sino también la pérdida de su identidad y sustento. «Antes vivíamos de la tierra, ahora solo vemos destrucción», comentó un campesino local.

Impactos ambientales y sociales

Los residentes denuncian que las actividades mineras han contaminado ríos y suelos, esenciales para la agricultura. «El agua ya no es la misma, y los cultivos han disminuido», afirmó una habitante de la zona. Además, muchos aseguran que no fueron consultados adecuadamente antes de que comenzaran las operaciones.

Promesas incumplidas

Barrick Gold prometió empleos y desarrollo, pero los campesinos afirman que los puestos son escasos y mal pagados. «Nos dijeron que esto traería progreso, pero solo vemos cómo se llevan nuestro oro», expresó un residente. La falta de transparencia ha aumentado la desconfianza hacia la empresa.

Resistencia y organización

Frente a esta situación, los campesinos se han organizado para defender sus derechos. Han realizado marchas y reuniones con autoridades. «Queremos que se respete nuestra tierra y nuestra voz», afirmó un líder comunitario. La resistencia busca garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.