Por Bernardo Adán de la Cruz Pantaleón

 

Decir que caer preso no es fácil, puede sorprender a los que han vivido en los barrios y zonas marginadas, pues quedar encerrado era y es el pan de cada día… en las famosas redadas en donde la policía ¨atrapa¨ y lleva a la cárcel a jóvenes generalmente inocentes para supuestamente investigarlo. Los jóvenes detenidos, desconocedores de sus derechos, son intimidados y victimas de “macuteos” o extorsión.

Fuera de la disposición del toque de queda por el periodo de emergencia establecido debido al COVID-19, los apresamientos en redadas, son totalmente irregulares e ilegales.

Sencillamente a ninguna persona se le puede privar de su libertad si con sus acciones o inobservancia no ha provocado hechos que se encuentren ordenado o prohibido de manera clara, contundente precisa e inequívoca por la ley.

A esto se le llama Principio de Legalidad, y significa que cuando una persona no ha cometido ningún delito, no ha robado, ni matado a otra persona no puede ser reducido a prisión.

La libertad es la regla y la prisión la excepción así lo establece la ley de leyes, la Constitución de la República que lo consigna como derecho en su artículo 40 el cual dice:
“toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal”.

Si requieres de mi apoyo, como aboyado estoy para servirte.¨