El referente de la individualidad y la sociedad dominicana, Alcarrizos News Diario Digital

Prof. Francisco Antonio de la Cruz

En la concepción griega la organización de la polis estaba diseñada con la finalidad  de buscar la felicidad del ser humano. La polis tenía sentido en cuanto era posible la  organización del individuo para el bien común, colectivo. Así, para los clásicos, política era sinónimo de bienestar para todos, esta se definía como la organización de la sociedad para el bien común. La polis era para el individuo y el individuo para la polis. En el pensamiento de Platón, el objetivo de la filosofía es establecer las bases de la política para convertirla en una disciplina que permita que la ciudad sea justa y los seres humanos virtuosos y felices. Para Aristóteles  la  polis es un espacio natural del ser humano en donde tiene la posibilidad de realizarse.

 

A grandes rasgos, cuando entra el imperio romano en escena, se  redefine la acción  política. Ya el sentido de la polis griega no es el norte  sino el largo y ancho imperio. El sujeto no estará referido a una ciudad sino a la figura del emperador en torno al cual gira la organización política romana. Esta amplitud geopolítica no es el espacio de la felicidad colectiva sino el de la individualidad. Tanto las escuelas estoica como la cínica tienen como preocupación la felicidad del individuo común, la  superación de todo lo que limita su vida, le molesta o perturba proporcionar de herramientas teóricas al ser humano concreto para que sobreviva al vacío existencia de la individualidad dentro del imperio.

En la edad media, la vida funcionaba en torno a los feudos, se negociaba la libertad en ara de la protección mediada por un contrato de fidelidad. El grueso de los individuos se refugia en los feudos y trabajan la gleba para sostener económicamente el sistema. La visión del mundo se sustenta en la planicie de la tierra y que es el centro del universo. Las ideas religiosas dominan el espectro social, el destino fundamenta la existencia, el mundo es un valle de lágrimas y la felicidad se conseguirá después de la muerte. 

El siglo XV es el espacio temporal en donde eclosionan las ideas renacentistas que se venían incubando en la baja edad media europea. La tierra ya no es el centro del universo, el antropocentrismo recogido en la frase lapidaria de Descartes: Cogito, ergo sum, «Pienso, luego existo”.

Se inaugura la tercera etapa de la Historia Universal. Es  el estudio de los hechos acontecidos desde 1453 año en que ocurrió la Toma de Constantinopla por los turcos, último bastión del imperio Bizantino, hasta el año 1789, fecha en que estalló la Revolución Francesa.

La naturaleza y el hombre, fueron los objetivos centrales de los estudios científicos y literarios, así como la admiración artística en todas sus facetas. El hombre de la Edad Moderna quiere vivir plenamente, persiguiendo fama y fortuna, buscando el triunfo en el mundo terrenal. El mundo con todas sus manifestaciones es el espacio de realización. El progreso  científico impulsó a los renacentistas a los grandes descubrimientos geográficos que permitió el conocimiento de la mayor parte de la superficie terrestre y el auge económico de las monarquías.

El ser humano, desarrolló las habilidades individuales para distinguirse de los demás. Por lo que, la competencia se hizo inevitable, lo cual permitió que alcanzara sus metas.

Así, pues, se asiste  al control total de los espacios políticos de parte de las Monarquías Absolutistas  gracias a la decadencia del Feudalismo, la inestabilidad económica y los problemas sociales de la época que se combinaron para propiciar una coyuntura de intereses comunes que crearon coerción en todas las clases sociales para apoyar este modelo político como posible solución para todos sus males. Este movimiento fue apoyado por los burgueses ricos, cultos y con ambiciones de poder. 

En la sociedad moderna y postmoderna, el predominante, referente es el código, el sufragio universal en donde el gobierno central no es por herencia sino por consenso colectivo. El  surgimiento de la ideología del socialismo y capitalismo con todas sus variantes han estado a la base de las grandes decisiones políticas que han afectado a millones de personas.

El desarrollo de este mundo nos ha llevado a la Primera y segunda guerra mundial. Continuidad del inconveniente en la repartición de las riquezas, las luchas obreras por alcanzar reivindicaciones,  los monopolios del comercio, la corrupción, la preocupación por lograr educación pública efectiva, planteamiento de una salud pública eficiente, la lucha de género, redefinición de los grupos LGTB por lograr estatus jurídico y prestancia social,  globalización, la lucha por los derechos humanos entre otros.

En América Latina el referente aún no está tan claro, no se sabe en la mayoría de las naciones cual es la función del Estado. No existe un contexto en donde la gente pueda sentir la existencia segura.  Somos herederos de tres visiones, la española que cuyos miembros vinieron aquí en busca de riquezas para volver a España, la africana que entra como esclava y albergaba el deseo de volver a su amada África y la tercera es la visión autóctona aborigen que en muchos pueblos fueron exterminado, como el caso dominicana, dejando solo algunas huellas culinarias y nombres de lugares. 

La independencia fue el reflejo, la expresión de una herencia genética europea sin identidad cuyo motivo no fue ni ha sido el desarrollo de las nuevas naciones emergentes, sino el aprovechar, al igual que sus antiguos dirigentes coloniales, las riquezas encontradas.

El a priori en la formulación de una identidad en el contexto dominicano posee como exigencia fundamental el principio de comunidad. Se trata de la construcción teórica y práctica de un modelo de sociedad que motive al sujeto a ser ético y luego moral exigido por la naturaleza de un ambiente que le fundamenta en su individualidad. La formación de esa nueva interacción lanza al individuo a la dimensión social, facilitándole una definición del sentido y espacio para el bien común, equiparado a los intereses particulares pero abiertos a los demás, así el mismo ambiente social proporciona la formación del individuo libre y autónomo y al mismo tiempo preocupado, ocupado e interesado por el entorno que protege y lo protege.

La sociedad coaccionada hacia la formación de vínculos tácito que proporcione el paso  del yo al nosotros. La idea es que la individualidad quede garantizada dentro de una colectividad.

La geografía, nuestra condición de isla, podría ser un fenómeno interesante para hacer posible uno de los regalos de la sociedad moderna: la democracia. Un debate político a gran escala que tenga como teleología la construcción de una mentalidad centrado en el yo y el nosotros. Aunque le duela a los pesimistas estamos avanzando ya que el principio de la democracia existe aunque no se aplique en su totalidad, esto permitirá el debate para su perfeccionamiento.