Una gigantesca mancha en el sol (foto: Ansa)
 
 

ROMA, ITALIA (ANSA).– El Sol se acerca a la fase de mínima actividad, pero no tanto: en su superficie apareció una mancha gigantesca de las dimensiones de Júpiter. Se extiende por 125,000 kilómetros y ya fue estudiada por numerosos telescopios a partir del satélite de la NASA Sdo (Solar Dynamics Observatory).

La mancha «extralarge» se llama AR2665 y es visible también con telescopios solares amateurs. Por el momento se halla cerca del borde del disco del Sol, «pero en un par de días llegará al centro del disco y apuntará hacia la Tierra y en ese punto podemos esperar fenómenos capaces de provocar tormentas magnéticas en nuestro planeta», dijo a ANSA Mauro Messerotti, del Observatorio de Trieste del Instituto Nacional de Astrofísica (Inaf), consejero para el «clima espacial» de la dirección científica de ese organismo y de la universidad de Trieste.

«Es una típica mancha de fin de ciclo del Sol. Es muy compleja desde el punto de vista magnético -agregó el experto- y se formó a una baja latitud porque cuando nuestra estrella se acerca a la fase de actividad mínima las manchas tienden a formarse hacia el Ecuador».

Considerada su extrema dimensión, AR2665 fue relativamente calma hasta ahora, el 9 de julio generó una erupción observada desde el telescopio Sdo. Entonces la nube de partículas del Sol golpeó el campo magnético de la Tierra, alterando la normal difusión de las transmisiones de radio, en especial en Australia y Asia oriental. Fenómenos de este tipo, según Messerotti, «no deben asombrar en proximidad del mínimo solar», o sea el pico de actividad mínima que el Sol atraviesa cada 11 años y que es esperado para el 2018-2019.

El motivo? «Manchas muy grandes de este tipo, asociadas a fuertes erupciones magnéticas, fueron observadas también en el pasado en la fase de declinación de la actividad solar». (ANSA).