WELLINGTON, NUEVA ZELANDA (ANSA).– Más de 400 ballenas encallaron en una playa de Nueva Zelanda y al menos 275 murieron pese a los esfuerzos contrarreloj por salvar a las sobrevivientes.

Según el ministerio de Medio Ambiente de ese país, unas 416 ballenas encallaron por la noche en la playa Farewell Spit en la región de Golden Bay, en la extremidad norte de South Island.

Medios locales informaron que centenares de voluntarios y ambientalistas se lanzaron a una desesperada operación de rescate desde las primeras horas de la mañana, cuidando a los mamíferos marinos o animándolos a nadar en la dirección correcta hacia el mar abierto. Muchos formaron una cadena humana en agua evitando que los animales retornaran hacia la costa. Otros se ocuparon de los encallados, al bañarlos con baldes de agua para evitar su deshidratación. Se espera la alta marea, que podría ayudar a algunas ballenas piloto a salvarse.

Mike Ogle, del departamento ambiental -escribió el sitio Web Radionz-, advirtió que es demasiado peligroso permanecer junto a las ballenas durante la noche. «En la oscuridad aparecen animales salvajes y no queremos a nadie en los alrededores. Sólo con la primera luz del amanecer se podrá saber si se salvaron. Ya sucedió otras veces que vuelvan al mar solas y fue maravilloso, por lo que tenemos que aguardar y esperar lo mejor», añadió.

Nueva Zelanda mantiene el triste récord de ballenas encalladas en el mundo y este último se encuentra entre los peores registrados hasta ahora. En 1918 miles de ballenas piloto murieron en las Chatham Islands, mientras en 1985 no lograron salvarse unas 450 en Auckland.