SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.– Falleció hoy a los 74 años el escritor, poeta, dramaturgo y ensayista, Federico Jovine Bermúdez. Sus serán expuestos en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln del Distrito Nacional.

Jóvine Bermúdez, nativo de San Pedro de Macorís, estaba padeciendo quebrantos de salud, fue un prolífico autor de poesía y de otros géneros, una figura muy valorada en el ambiente cultural dominicano.

El autor murió a las 6:00 a.m., de hoy. En la mañana de este martes sus restos serán velados en la Funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, en Santo Domingo, y serán sepultados el mismo día a partir de las 4:00 de la tarde en el cementerio Puerta del Cielo.

El ministro de Cultura, también escritor Pedro Vergés, lamento mucho la muerte de Federico, de quien dijo que es un personaje de nuestra literatura y nuestra cultura, merecedor de una despedida propia de alguien que ha servido ejemplarmente a su país y dijo que fue un ser humano «que abrazó la vida con pasión por la creatividad literaria».

Destacó que Bermúdez «fue continuador de esa estirpe literaria que históricamente ha parido San Pedro de Macorís», donde el autor nació el 8 de abril de 1944, y destacó de su personalidad la sencillez en su estilo de vida.

Jóvine Bermúdez fue miembro de la Unión de Escritores Dominicanos, del Ateneo Dominicano y del Ateneo de San Pedro de Macorís. Ejerció las funciones de codirector del suplemento cultural del periódico La Noticia y fue Comisionado de Cultura del Banco de Reservas de la República Dominicana.

También laboró como consejero cultural de la Presidencia de la República, asesor cultural de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y director ejecutivo de la Fundación Cultural Socialdemócrata.

El autor dejó una amplia producción bibliográfica como son sus obras poéticas Huellas de la Ira, Salvo Error u Omisión, Pablo Mamá, Ardiente Pasión por la Palabra y el Don Quijote de la Mancha, entre otras.

Como parte de las honras fúnebres, poetas, narradores y ensayistas le harán guardia de honor en reconocimiento a su trayectoria literaria.

Popularmente se reconoce a Federico como una persona sumamente asequible, llana, presta siempre a orientar a los más jóvenes y a los más viejos también. En su casa reposa en la puerta de entrada a su casa donde aparece un rótulo que reza “Aquí vive un poeta”.