Casi un centenar de empresas tecnológicas presentaron una demanda ante la justicia de Estados Unidos contra el decreto antiinmigratorio de Donald Trump, mientras el presidente continuó desafiante ante la dura batalla legal que hasta ahora deja en suspenso la polémica medida.

Se trata del más reciente capítulo de una historia que se inició el 27 de enero, cuando Donald Trump prohibió el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen y suspendió la llegada de refugiados.

Gigantes de Silicon Valley como Apple, Facebook, Google, Microsoft y Twitter presentaron la noche del domingo un documento legal ante el tribunal federal de apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco contra el decreto de Trump.

El texto suscrito por 97 representantes de la industria tecnológica, que contrata a miles de inmigrantes, denuncia que la orden presidencial “inflige un daño significativo a los negocios estadounidenses, a la innovación y al crecimiento”, según una copia del mismo divulgado por la prensa local.

Ese documento respalda una demanda en curso contra el decreto, cuya aplicación fue suspendida el sábado.

Las compañías argumentan que la orden presidencial perjudica el reclutamiento y el mantenimiento de personal talentoso, amenaza las operaciones del negocio e impide a las empresas atraer inversiones a Estados Unidos.

El viernes por la noche, el juez federal de Seattle (estado de Washington) James Robart emitió una orden temporal válida en todo el territorio estadounidense que se tradujo el sábado en una suspensión de las restricciones impuestas por el decreto.

Ese mismo sábado el Departamento de Justicia interpuso una demanda ante la corte de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco para restablecer inmediatamente las medidas. Sin embargo, el tribunal la rechazó el domingo.

Trump, que pasó el fin de semana en el balneario de Mar-a-Lago, en Florida (sureste), lanzó una catarata de feroces tuits la mañana del lunes defendiendo su política y atacando al juez de Seattle que bloqueó la aplicación de su decreto.

“No puedo creer que un juez exponga a nuestro país a tal peligro. Si algo sucede, ténganlo por responsable, así como al sistema judicial. Está entrando gran cantidad de gente. ¡Mal!”, escribió.

“He dado instrucciones a Seguridad Interior de que controle MUY CUIDADOSAMENTE a la gente que está entrando al país. ¡Los tribunales están dificultando el trabajo!”.

El vicepresidente Mike Pence, por su parte, dijo que la decisión del tribunal de Apelaciones de suspender la aplicación del decreto era “frustrante”.

AFP